Los grandes en sus cielos

martes, 25 de octubre de 2011

Los grandes en sus cielos

El cielo es múltiple porque se compone de muchos cielos 

22.10.11 - 02:38 -



Nadie es más que nadie» es un proverbio que Antonio Machado oyó de labios de un viejo pastor y que hizo suyo y tradujo de este modo: «Por mucho que valga un hombre nunca tendrá valor más alto que el valor de ser hombre». Que nadie es más que nadie se lo creía aquel pastor, Antonio Machado y lo piensan no sé si muchos o bastantes entre las gentes de a pie; es decir, los que no están en el grupo de los grandes, de los ricos, de los fuertes, de los poderosos. Para el que no haya llegado a esta sabiduría y quiera alcanzarla, el consejo es simple. Lo ofrece Céline en 'El viaje al fin de la noche': «Cuando eres débil, lo que da fuerza es despojar a los hombres que más temes del menor prestigio que aún estés dispuesto a atribuirles». Y continúa: «Considerarlos tales como son, peores de lo que son (.). Eso te despeja, te libera y te defiende más allá de lo imaginable». Otra recomendación para un oportuno comportamiento ético individual la hemos traído a esta columna en más de alguna otra ocasión. Es de César Vallejo: «Abstente de ser pobre con los ricos». Desde ahí será más fácil dar un paso a la ética social de pueblo-unido-jamás-será-vencido, o bien, por ir más con la actualidad, a las nuevas éticas del 15-M o del 15-O.
Los que no se mueven a nivel de calle y «están registrados en algún cielo múltiple» -en expresión de Leonard Cohen- se atienen a otra máxima, previa confusión de valor y precio: «Tanto vales como tienes». El cielo es múltiple porque se compone de muchos cielos. Dante, que lo viajó con Beatriz, llegó a contar hasta nueve, pero tal vez sean muchos más y debieran poder clasificarse no sólo por jerarquías sino temáticamente: bancario, político, financiero, religioso, mediático. Los hay de estancia vitalicia y los hay de estancia temporal, pero con blindajes dinerarios en indemnizaciones y pensiones millonarias, para cuando abandonen su paradisiaca cueva de Alí Babá. Antes les han dicho a los de pie en la tierra que deben entregar sus óbolos para apuntalar las columnas de los cielos para que los cielos no se les caigan encima.
Suelen ser lobos solitarios que no llegan a formar manada. El verso citado de Cohen pertenece a su poema 'Cielo'. En él dice, además: «Los grandes pasan / pasan sin tocarse / pasan sin mirarse / cada uno sumido en el gozo / cada uno en su fuego. / No tienen necesidad / el uno del otro». Son fuego, meteoros que recorren su propio cielo. Algunos bajan ocasionalmente de sus alturas a la calle y se quitan -valga el ejemplo por su actualidad- los zapatos para bailar una sevillana y para que los de la calle los aplaudan y ellos se sientan pueblo. Pasan los grandes «necesitando saber tan sólo / que los grandes pasan». 'The great ones pass'.

Francisco Álvarez Velasco / Jean Dif: PARA LA CELEBRACIÓN DEL DESFILE DE LAS FUERZAS ARMADAS -12/10/2011

miércoles, 12 de octubre de 2011

Hace unas semanas llegó a Voz y Mirada la voz de Jean Dif recitando su propio poema "Objection de conscience". Llamó la atención de Paco Álvarez Velasco, quien espontáneamente hizo una traducción del poema de Jean al tiempo que nos compartía su poema anti belicista El paso del general. A su vez, Jean tradujo el poema de Paco en dos versiones sucesivas que es muestra del cuidado con que este poeta francés traduce la poesía española. Y ofreció también el regalo incomparable de su voz, al recitar su versión del poema, Le pas du général. Aquí el encuentro de dos poetas, por la paz y en la palabra de todos. (MGE)

Le pas du général

En marchant au pas une - deux, voici qu'avance la mort
au pas cadencé une - deux, au pas cadencé une - deux
le pas que marquent les généraux solennels.

Ils fouinent dans leurs cartes avec des règles et des compas,
seigneurs de la guerre,
traqueurs de vies, de sang avides.

... les yeux démesurément ouverts
et dans les yeux la brume,
un enfant silencieux...

Avec leurs batteries de médailles de fer blanc étincelant
au pas cadencé une - deux, au pas cadencé une - deux.

... dans les yeux de la peur,
un autre enfant écoute
l'horloge de sa faim.

Imposants, ils décident "la nation va jusqu'ici ".
Ensuite ils se décorent au pas cadencé une - deux,
au pas cadencé une - deux, au pas cadencé.

Si la trompette sonne
si le tambour convoque,
si le Général mande...

Le creux des poitrines vibre dans les harangues.
Les médailles de fer blanc resplendissent rutilantes
Ces médailles qu'ils gagnèrent grâce à la mort.

... prenez le à contre-pied,
ce pas cadencé une - deux,
ce pas cadencé...

Car la mort si elle arrive, à son pas,
à son pas une - deux, à son pas une - deux
la mort sera en avance.

Empruntez le pas deux - un
ce pas décalé deux - un,
ce pas décalé!


(C) Francisco Álvarez Velasco
(C) Traduction: Jean Dif
Voix: Jean Dif
Musique: L. Einaudi
Édition: María García Esperón
MMXI



El paso del general

Con su paso un-dos, ahora avanza la muerte
con su paso un-dos, con su paso un-dos,
el paso que le marcan generales solemnes.

Husmean en sus mapas con reglas y compases,
señores de la guerra,
buscadores de vidas, buscadores de sangres.

De par en par los ojos
y en los ojos la niebla,
hay un niño en silencio...

Con sus muchas medallas de lata rutilante,
con su paso un-dos, con su paso un-dos.

... en los ojos del miedo,
otro niño escuchando
el reloj de su hambre.

Imponentes, deciden "hasta aquí la nación".
Luego se condecoran con su paso un-dos,
con su paso un-dos, con su paso un-dos.

Si suena la trompeta
si el tambor os convoca,
si llama el General...

La oquedad de los pechos resuena en las arengas.
Relumbran las medallas de lata rutilante
que ganan con la muerte.

... equivocad el paso,
ese paso un-dos,
ese paso un-dos...

Y la muerte, si llega con su paso, es temprana,
con su paso un-dos, con su paso un-dos.

... equivocad el paso,
ese paso un-dos,
ese paso un-dos...


(C) Francisco Álvarez Velasco
Voces:
Francisco Álvarez Velasco
María García Esperón

Le pas du général, de Francisco Álvarez Velasco. Traducción y voz de Jean Dif

martes, 11 de octubre de 2011

Le pas du général

En marchant au pas une - deux, voici qu'avance la mort
au pas cadencé une - deux, au pas cadencé une - deux
le pas que marquent les généraux solennels.

Ils fouinent dans leurs cartes avec des règles et des compas,
seigneurs de la guerre,
traqueurs de vies, de sang avides.

... les yeux démesurément ouverts
et dans les yeux la brume,
un enfant silencieux...

Avec leurs batteries de médailles de fer blanc étincelant
au pas cadencé une - deux, au pas cadencé une - deux.

... dans les yeux de la peur,
un autre enfant écoute
l'horloge de sa faim.


Imposants, ils décident "la nation va jusqu'ici ".
Ensuite ils se décorent au pas cadencé une - deux,
au pas cadencé une - deux, au pas cadencé.

Si la trompette sonne
si le tambour convoque,
si le Général mande...

Le creux des poitrines vibre dans les harangues.
Les médailles de fer blanc resplendissent rutilantes
Ces médailles qu'ils gagnèrent grâce à la mort.

... prenez le à contre-pied,
ce pas cadencé une - deux,
ce pas cadencé...

Car la mort si elle arrive, à son pas,
à son pas une - deux, à son pas une - deux
la mort sera en avance.

Empruntez le pas deux - un
ce pas décalé deux - un,
ce pas décalé!


(C) Francisco Álvarez Velasco
(C) Traduction: Jean Dif
Voix: Jean Dif
Musique: L. Einaudi
Édition: María García Esperón
MMXI

Lugares

sábado, 1 de octubre de 2011

El libro que acaba de publicar Luis Miguel Rabanal recoge veintidós poemas llenos de tensión y verdad poéticas

Lugareños somos, o fuimos, los naturales de un lugar o sus habitantes. Así los definía la primera entrada en el Diccionario de la RAE. «Lugareño. El natural de algún lugar, el que habita en un lugar o pueblo pequeño. Úsase también como sustantivo. 'Rusticus'». Un lugar, en tal sentido, es suma de lugares, más abundantes en tierras de minifundio, -prados, huertas, montes, bosques, fuentes, arroyos, caminos.-, cada uno con su viejo nombre propio que perdura mientras haya lugareños que lo «vivan». El urbanita, en cambio, no habita un lugar, sino un espacio que en vez de «lugares» se compone de avenidas, calles, plazas., que cambian su trazado, su imagen y hasta sus nombres. ¿Dónde está, por ejemplo, en Gijón, el río Cutis, que corría al lado del edificio en que escribo estas líneas? Los lugareños igualmente transforman los lugares, pero domesticando la Naturaleza de un modo sostenible, como se dice ahora. También, sentimentalmente desde su memoria selectiva cuando los abandonan: «Lo que sabemos de los lugares es nuestra coincidencia con ellos durante un cierto tiempo en el espacio donde se encuentran». La frase de Saramago se refiere a Lisboa, pero parece que dice más si se aplica a los lugareños.


El poeta Luis Miguel Rabanal, que fue lugareño en Riello, acaba de publicar el libro 'Lugares', veintidós poemas llenos de tensión y verdad poéticas. Los ha escrito en Avilés, en su sillón de tetrapléjico, con un programa de voz, como viene escribiendo desde hace más de diez años. Riello, en la Omaña leonesa -«Olleir» en su poesía-, y sus lugares fue el espacio de su infancia y de andanzas, aventuras y desventuras en el aprendizaje del azar de su vivir. Me acaba de escribir que suele hacer a diario ejercicios de añoranza «cada dos por tres, uno de mañana y otro de tarde como mínimo». Son viajes a su propia geografía sentimental: Viajes, sí, porque «para viajar basta existir», escribía otro poeta portugués.


El poeta lamenta que muchos de los habitantes de Riello desconozcan los nombres de esos lugares. Él se los sabe todos y, así, nos ofrece una rica y hermosa toponimia, donde predomina la denotación de una tierra de valles y montes y caminos: Valdeluna, Valcarce, Valdaldón, Valdeollas, Valle Barreras, La Cerra, La Collada, Sardón, Oterico, La Cañada. Nombres que quedarán para siempre en sus lectores porque han sido pronunciados por el poeta desde una memoria abierta de par en par: «Desde Oterico a Socil / se ceñirá tu universo a los senderos / que cicatrizan para siempre / y de par en par la memoria». Termino siguiendo la cita de Saramago: «El lugar estaba allí, la persona apareció, después la persona partió, el lugar continuó, el lugar había hecho la persona, la persona había transformado el lugar».

Fuente: El Comercio